"Llámame doctor sci"

Brillo en una puerta blanca, de un closet blanco, de una habitación blanca tambien (creo). El sofacama donde estoy tambien es de un color claro, tal vez con toques de azul. Inventario: reloj, escapulario, celular, pantalon, camiseta y sueter. Zapatos? a la derecha, y justo encima de ellos una cama... con un borracho. Más cerca también a la derecha, otro borracho. En medio de ellos mi chaqueta y canguro. A ambos los conozco de hace rato. Anoche caminaban en línea recta por la séptima mientras yo los seguía y en ocasiones cerraba, describiendo un patrón en zigzag. Domingo, 10 de la mañana, recapitulemos:

1. Centro de convenciones, sala Conquistadores, silla 243. El rector comienza su discurso hablamndo sobre economía nacional y termina alabando a la univesidad de los Andes y mostrando imagenes de los muñecos negritos en los que practican los medicos biches (no bitches) uniandinos. Luego habla el ministro de comercio, en un tono mas informal pero igual me aburre. Saco la palm y juego bejeweled junto con una version de bolsillo de soko-ban (un juego de mover cajitas que recuerdo de hace 10 años, proyectado en pantallas naranja que no cumplían normas de la FCC). Nombre, aplausos; nombre, aplausos y silbidos; mi nombre, silencio. Mis padres me observan recibir el diploma en los dos megatelones de proyeccion en los costados de la sala. Luego mi mamá me diría que estaba muy flaco. Mi respuesta sería que la televisión lo hace ver mas delgado a uno.

2. Chapinero, casa de un amigo, butaco. Hace unos instantes me hallaba en carulla con este mismo amigo, quien me gastó 5 cervezas importadas, las que estabamos tomando ahora. Antes de llamarlo, hace un par de horas, temía pasar la noche de mi grado en casa jugando soldat y chateando por messenger (o x-fire). Una llamada, no alcanzo a contestar. Devuelvo la llamada, ya sabemos el sitio.

3. A $7000 en taxi del punto 2, casa del amigo de un amigo, sofá. Tomo de un whiskey que tambien compramos en carulla. 3 de las cuatro personas que estan alrededor mio son hombres, y todos miran fijamente a una mujer que habla con uno de ellos. Tal vez yo sea innecesariamente exigente, tal vez nací para los platónicos (Jessica Alba, Carolina Gaitán, Kuchiki Rukia y contando). Como arroz chino o algo así. Según indica alguien este no es "el" sitio. "Ciao y gracias", escaleras, porteria, taxi.

4. Cerca de los escombros de gamerland, bar con letra Z (Zuff, Zum o Zzzz), de pie. Todo es verde adentro. Llega más gente conocida. Yo administro media de guaro que compramos afuera (tambien tomo yo). Bailo con -convulsiono enfrente de- 3 amigas. Yo no tengo gustos musicales, pero lo que escucho es disonante: Carlos Vives mezclado, vallenato y rock en español. Al menos me se varias de las que suenan. Alguien toma fotos que no quiero ver nunca. Pero ya estoy feliz. Parada en el baño. Ya estoy más feliz (y liviano).

5. Séptima, andén, esquivando postes y otros obstaculos que las tres personas que me acompañan parecen no ver. Unos minutos caminando y se separa uno de los del grupo ("viejo horrible" se le dice de cariño). Llegamos a un aprtamento, una alcoba, blanca (creo). Me ubico en un sofacama, me quedo dormido.

Mmm, domingo, 10 de la mañana. Cómo cambían las cosas. Hace 6 años y 4 meses, el día despues de mi grado de bachillerato, estaba viendo okidoki a estas horas. Me levanto y me acabo de vestir. Bebo algo de agua de la llave para apaciguar el ejercito viscoso que se niega a romper filas en mi garganta. Atravieso una sala, dos personas, no hago ruido y salgo sin saludar. Bajo las escaleras y una vez mi cuerpo ha dejado de revolucionar mi cabeza sigue hacíendolo. Espero a que la vista coincida con el frente de mi cabeza y tomo un taxi. En casa duermo un rato y al medio día me levanto a trasbocar/vomitar/guasquiar.

El día prosigue más o menos normalmente hasta las 5, cuando mi mamá, hermano y yo salimos a buscar almuerzo. En el Rodizio Brazil pido cazuela de mariscos y la almamaceno temporalmente en el estómago. A eso de las 11 de la noche revierto el proceso, y trasboco/vomito/guasqueo de nuevo, esta vez con más potencia (lástima el almuerzo de $34.000 !). Agua, una bebida de soya, consumo cualquier bebida que queda en la cocina. Un momento !... siento algo raro cuando paso líquido. En mi baño, frente al espejo abro exageradamente la boca: ¿donde esta la campanilla?. Mierda, me la debí tragar !. En una segunda inspección, más cercana, noto que la campanilla esta adherida a las paredes de la mucosa. Me siento orgulloso, volví entero a casa (no obstante se agradece cualquier información adicional sobre la noche).