Wenas. Llevo 6 días vendiendo zapatos y bolsos para dama en un chucito q tiene mi madre aca en Ibagué. El almacen se especializa en sandalias artesanales, incluídas "las de meter el dedo". Ciertamente confirmo de nuevo que como vendedor soy pésimo. También confirmo que no entiendo la obsesión de las mujeres por combinar los colores de los zapatos hasta con el color de los cucos. Ah también aprendí un truco nuevo: cuando las tallas del calzado están escritas con lapicero en la suela, es facil convertir un talla 35 en un 36 y un 39 en un 38 !!!

Pero en serio detesto ser vendedor, sobretodo porque en serio hay gente q como mirona se da garra: se les muestran 10 pares de zapatos y no compran ni mierda ("voy a mirar allí y luego vuelvo"). Y ademas se vienen en manada a mirar !!! Y como el chucito de mi madre es chiquitico, se llena con 4 personas y si ninguna compra pues da piedra no joda.

Mañana renunciaré a ese trabajo (solo estaba remplazando a una señora q le ayuda a mi mamá). Durante los ratos de ocio en ese local logré recordar estas tres enseñanzas vitales, parte integral de las máximas bajo las cuales fuí criado:

> Recibir golpes con chancleta aumenta el riesgo de cancer en la piel.

> Todo grande es pendejo.

> Nadie ca*a flores.

Mmm, además les cuento que ya llevo 14 días saliendo a trotar en la mañana y actualmente estoy corriendo 5 kms. Sin embargo si quiero ganar la media maratón de Bogotá este año tengo que correr 4 veces eso. Lo que me anima todos los días a salir a trotar es que también sale una muchacha que está como bonita, al menos de espalda y de perfil. No me he atrevido a verle la cara de cerca porque luego voy y pierdo motivación y esa no es la idea, cierto?

Los dejo. Unos minutos de porno y a dormir.